Se conoce como epifora al lagrimeo excesivo debido a una alteración del pasaje de la lágrima por los puntos/ conductos lagrimales (puede ser secundaria a imperforación punto lagrimal, micropunto, punto ectópico, entropion medial, triquiasis de la carúncula o por la aposición tensa entre el párpado y el globo ocular (Sally M. Turner, Oftalmología de Pequeños animales).) cuando el lagrimeo es por aumento de la producción lagrimal (secundaria a dolor, presencia de pelos ectópicos, etc…) no se conoce como epífora sino como Aumento de lagrimeo.
Cuando nuestra mascota tiene epifora lo podemos notar por exceso de lágrima transparentes (no legañas) que caen mojando el pelo en la zona del lagrimal.
En perros blancos ese exceso de lágrima que cae sobre el pelaje da una tonalidad marrón típica siendo uno de los principales motivos de consulta en caniches enanos y malteses, por ello se conoce también como “Síndrome de la epifora del perro blanco” aunque este proceso aparece en perros de todas las razas y de todas las capas.
Si su mascota padece de lagrimeo excesivo puede pedir ayuda a su veterinario para tratar el proceso y si éste lo ve oportuno derivarle a un especialista que le ayude a mejorar o solucionar el problema.
Originally posted 2009-05-24 20:58:00.

La directora veterinaria de Visión Veterinaria, Raquel Udiz (colegiada 414), lleva más de una década formándose y dedicándose en exclusiva a la oftalmología veterinaria. Pulsa AQUÍ para obtener información sobre su currículum y méritos académicos/profesionales.