De forma congénita nuestra mascota puede nacer con alguno de los puntos lagrimales sin perforar. Normalmente nacemos con un sistema lagrimal permeable que comunica los ojos con la nariz y/o boca, se inicia en los llamados puntos lagrimales en el ojo (un punto superior y otro inferior) atraviesan el hueso lagrimal en forma de canalículos lagrimales hasta que unen en el saco lagrimal y continúan hasta la nariz en forma de conducto nasolagrimal abriéndose a nivel de la narina (dependiendo de la raza más o menos adelante en la nariz, en algunos casos más cerca de la garganta que de los orificios nasales como sería en el caso de las razas chatas...
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